Dato curioso: el costo promedio de la rotación de empleados (pagados por hora) es de 1.800 dólares, lo que resulta especialmente alarmante si se tiene en cuenta que el sector restaurantero tiene una asombrosa tasa de rotación del 75%. La capacitación, la contratación y otros costos laborales suelen estar entre los mayores gastos de los establecimientos de comida rápida, lo que significa que encontrar mejores formas de controlar estos costos variables y reducir el impacto en el margen final es una prioridad absoluta. Uno de los principales ámbitos con margen de crecimiento es el entrenamiento. Los empleados poco entrenados rinden peor y expresan mayores índices de insatisfacción, lo que a su vez afecta negativamente a los índices de satisfacción de los clientes y a la rotación. La capacitación en Realidad Virtual se aplica a los restaurantes de comida rápida en tres áreas principales: tareas, habilidades blandas y seguridad. Al centrarse en estas áreas, las marcas pueden beneficiarse de una reducción de los tiempos de entrenamiento de hasta el 50 % y un aumento del 76 % en la eficacia del aprendizaje.
Además de proporcionar una capacitación de calidad que mejora las habilidade de los empleados para realizar su trabajo, la RV es rentable y escalable, lo que resulta fundamental para crear un programa de entrenamiento que realmente ayude a la cuenta de resultados de una empresa. Estas son algunas de las principales ventajas de introducir la RV en un programa de formación de comida rápida:
- – La Realidad Virtual prepara a los empleados y ofrece a los alumnos la oportunidad de adquirir una práctica eficaz antes de empezar a trabajar, lo que puede ser una pesadilla logística sin la ayuda de la RV.
- – Reduce la necesidad de que un responsable del training (remunerado) esté presente durante gran parte de la formación.
- – Aumenta la preparación de los empleados antes de que empiecen a trabajar, lo que incrementa su competencia, reduce los errores y les ayuda a representar la marca y a relacionarse con los clientes.
- – Ayuda a los empleados a sentirse más preparados, seguros y capaces en el trabajo, lo que reduce las costosas tasas de rotación.
- – Ayuda a reducir el tiempo de incorporación al acelerar el aprendizaje y evitar retrasos debidos a dificultades de programación.
- – Reduce los costes de capacitación de las grandes organizaciones al establecer una base centralizada y eficaz para la educación corporativa, independientemente de la ubicación del empleado, de cuándo se incorpore al equipo o de la calidad de su responsable local de entrenamiento.